domingo, 10 de diciembre de 2006

EL PAPEL DE LOS MEDIOS EN LA DESCENTRALIZACIÓN UNIVERSITARIA

"En uno de cien casos, un tema cualquiera es muy discutido por ser poco claro; en los noventa y nueve restantes, es poco claro por ser demasiado discutido" - Edgar Allan Poe.

Por Bettina Silva Carneiro
bettinasilva13@hotmail.com

Pensar en Tacuarembó como una Ciudad Universitaria y trasmitirlo a la sociedad, como sucede en diferentes ciudades pequeñas del mundo ha sido una empresa asumida por muy pocos; ya sea por considerarlo un proyecto inverosímil o porque nos está costando cada vez más comprometernos en la tarea de dar sustentabilidad a propósitos que requieren una activa participación social y sobre todo un cambio sustancial de mentalidad.
Sin dudas, en este contexto, es necesario, repensar nuestro rol como comunicadores porque la sociedad en la que vivimos necesita debates, para que podamos definir entre todos, el camino hacia donde vamos en un claro compromiso con las generaciones más jóvenes. Nuestra tarea central entonces está en brindar las herramientas suficientes para proporcionar ese ámbito de interacción y discusión entre los diferentes actores sociales pero sin quedarnos con nada en el tintero…

En Estados Unidos dos ciudades de unos 90.000 habitantes cada una - Collage Station y Byan - giran en torno a la gran Texas A&M University. No existe otra razón para su existencia que el funcionamiento de esta gran casa de estudios, la mayor del país primer potencia del mundo en cantidad de alumnos. Hoteles, restaurantes, comercios y servicios están pensados y organizados para solventar las necesidades de estudiantes, profesores, administrativos, familiares y amigos que permanentemente acuden de visita. En el paisaje urbano no se ven chimeneas, ni grandes fábricas, ni importantes establecimientos industriales; aún así el desarrollo local es admirable. La Universidad es el motor que da movimiento a toda la máquina. Quizás es ésta la mentalidad que ha llevado al país a ponderar una supremacía intelectual que no se le puede negar. ¿Por qué esa realidad no puede también ser posible en una ciudad de un país sudamericano? Ser joven hoy y querer salir adelante en un mundo globalizado en el que simultáneamente a la expansión de los avances tecnológicos, informáticos y en el área del conocimiento se conjuga la mundialización de la pobreza, el desempleo, la analfabetización y las miserias humanas, es tarea compleja. Una reciente investigación de la Facultad de Ciencias reveló que el desempleo en Uruguay alcanza al 34% de los jóvenes; que el 21% de éstos no trabajan ni estudian y que el 56% de los que abandonaron el sistema educativo no consigue trabajo. Ésta situación evidencia una realidad alarmante en un país tan pequeño, donde el acceso a las posibilidades laborales depende cada vez más del nivel educativo alcanzado, especialmente en la juventud que carece de experiencia laboral. Todo parece demostrar que si no se avanza y se incursiona en cambios en el sistema de enseñanza a nivel primario, secundario y terciario, asumiéndolo realmente como una política pública social de estado, la educación está lejos de universalizarse en el Uruguay. Esto es claro, en cuanto al acceso a la educación terciara-universitaria de los jóvenes del interior uruguayo. Temática que se traduce nada más y nada menos a una cuestión de equidad, de igualdad de oportunidades en las que varios se han comprometido más que nada por una responsabilidad ética y una necesidad social. En ese proceso complejo es fundamental el trabajo de las comunidades locales y en ellas, el de sus protagonistas; actores sociales, jóvenes y padres pero principalmente traducida a el papel que deben desempeñar los medios masivos de comunicación; canalizadores natos de información para formar, para hacer pensar en su función generadora de opinión, de incidir positivamente en los cambios y transformaciones de los esquemas sociales, constituyendo un elemento clave en el fortalecimiento de compromisos. Actitud que sin embargo no ha sido ampliamente reflejada en los últimos tiempos con respecto al tema.
En Tacuarembó desde la década del 60 y del 70 se ha intentado alcanzar la presencia de la Universidad de la República en nuestro departamento a través de la implementación de algunos cursos, proceso en el que han desempeñado un rol importante los medios de comunicación elevando propuestas como la del Prof. José Pedro Lamek, Quim. Luis Santos Dini, Quim. Ceferino Lima y la más reciente del Arq. Jorge Majfud (2001) a través de su publicación “Siglo XXI”, las que fueron siendo sucesivamente archivadas pero que de alguna manera incidieron en que en la actualidad se comenzara a trabajar nuevamente en el proyecto. Es así que en el año 2005 se comienzan nuevas movilizaciones creándose una Comisión Pro-Universidad reconocida por la propia Junta Departamental, que hasta el día de hoy trabaja a paso lento en la concreción de las anheladas carreras para el próximo año 2007.
Aún así consideramos que todavía falta mucho en la toma de conciencia propia y ajena y sobre todo en la labor de sensibilizar sobre la importancia de este hecho a la sociedad tacuaremboense dándole la trascendencia que se merece.

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