viernes, 24 de agosto de 2007

PARA DEMOSTRAR QUE HAY VIDA, SE CREÓ LA PUBLICACIÓN "PALOMA"


Nota y Foto de José Estéves publicada en Diario "El Avisador" de Tacuarembó.


“EL PRESO ANTES ESTABA EN LA SOCIEDAD y VA A VOLVER A ELLA".

El viernes pasado se publicó un artículo referente a la Cárcel Departamental desde la perspectiva de este cronista.


En esta edición se entrevistó a Marcelo Borges, recluso de 23 años de edad, que está en la cárcel desde el año 2003 por homicidio especialmente agravado, cumpliendo condena hasta el año 2017.


Marcelo tiene dos hijos, Facundo de 7 años y Francisco de 6 años de edad, que viven en Maldonado con su mamá y un padrastro. Hace casi cinco años que no los ve y sus hijos no saben que él está preso, sino que piensan que se encuentra trabajando en Brasil, para de cierta manera protegerlos de la sociedad, ya que muchas veces y por no decir siempre, son los jueces del universo. Además dijo que cuando habla con ellos por teléfono es "Marcelo la voz del teléfono" y señáló que no le gustaría que lo vieran en prisión.


Con él se dialogó sobre la rehabilitación del preso, sobre lo cual comentó que eso es un proceso, tratamiento y seguimiento, sonándole un poco a enfermedad. Sin duda Marcelo demostró en la entrevista ser un joven al que le gusta leer, superarse, pero esto es un proceso que solamente depende de él y lo sabe.
También señaló que la cárcel de Tacuarembó es tranquila, en donde no ha habido inconvenientes e incidentes graves desde que ingresó en el año 2003.

¿Marcelo explícales a las personas que están afuera, lo que es estar dentro de una cárcel?

“Es un castigo. Supuestamente cuando uno ingresa a la cárcel es porque está pagando una deuda. Si se pudiera pagar la pena de otra manera se haría, pero hoy día hay que pagarla con reclusión. Luego depende de uno cómo enfrentar la vida diaria”.

¿Cómo es la vida diaria?

“Tal vez como afuera. Tenemos las mismas necesidades que las personas de afuera, necesidades afectivas, físicas, psíquicas, con las limitaciones del caso, o sea convivir con personas de todo tipo y muchas personas que no tienen familia”.

Tú ingresaste en el año 2003. ¿Cómo fue la primera etapa?

“La primera etapa quizás fue la más crítica, fue el momento en donde ves que la vida se derrumbó, pero no por la convivencia, sino por el ánimo de uno, la conciencia de saber que lastimaste a tu familia y a gente que no tenía nada que ver. Ese fue el problema. En cuanto a la convivencia no hubo problemas. Es más, muchos de mis compañeros que tuve en aquel momento fueron los que más me ayudaron y me levantaron el ánimo”.

¿Cómo es compartir el pabellón con 12 o 13 reclusos?

“Cada persona es un mundo, entonces cada rinconcito tiene parte de cada personalidad. Es una experiencia, donde como en todos lados, uno tiene más afinidad con unos que con otros, pero en general estoy bien con todo el mundo”.
“Creo que acá la historia es que todos estamos buscando algo. Primero estamos buscando salir y segundo e inconscientemente estamos buscando apoyo para poder superar esto y creo que para nadie es fácil, tanto para el pibe que está acá adentro por un accidente como para otro”.

¿Sería importante tener una biblioteca para ustedes?

“Acá en la cárcel hay una que tiene unos 150 libros, cosa que hace dos años no había, no había una atención que hoy tenemos. Está la escuela también funcionando desde hace dos años y creo que ahora están por traer más libros”.

¿De qué se trata este proyecto llamado “Paloma”?

“Paloma” es el primer pasito que dimos con un par de compañeros y la maestra para tratar de revertir eso que vos decías cuando la sociedad juzga al recluso. La cárcel está por fuera del concepto general que tiene de repulsión, ya que la conducta es muy buena, y acá hay gente que quiere superarse y necesita reflejar eso y algunos vimos el camino para lograrlo. Por ejemplo yo pasé muy mal los primeros años, ya que tenía 19 años de edad y voy a estar un tiempo acá. Pero lo más importante y lo que me afectó más fue el daño que le causé a mi padre y a mis hijos, la familia es la víctima porque yo estoy por homicidio y ellos no tenían por qué haber vivido un momento así. Entonces “Paloma” es el resultado de eso, no sólo mío, sino de todos aquellos que pasamos por un momento similar y queremos que aquellos que están pasando por esto, sepan que hay otro camino.”

¿Tu objetivo es cumplir la mitad de la condena y salir?

“Tengo patente terminar mis estudios primero que nada, terminar primero el ciclo básico en febrero, ya que hice segundo entre diciembre y julio, quiero terminar tercero para luego culminar el liceo a fines de 2010 y luego me gustaría estudiar psicología”.

¿El objetivo es sacar “Paloma” mensualmente? ¿en dónde lo distribuirían?

“Ahora estamos sacando unas cien copias, hoy entregamos algunos en la visita para que la familia vea y la idea es compartir y si luego hay demanda se puede sacar más. Acá en la cárcel hay personas que escriben, que pintan, que tatúan, que hacen manualidades, tallan madera, tejen vasos en lana y cables, otros que pintan buzos y bufandas, el objetivo es ir mostrando poco a poco que hay vida”.

Están ingresando muchos jóvenes a la cárcel. ¿Se está dando esa modalidad no?

“Si, es así. Yo a veces escucho en la radio que la gente dice cómo puede ser que en Tacuarembó sucedan estas cosas, entonces hay que decirles que sí vino la Internet, la globalización, cosas buenas, entonces si algo malo también tiene que venir con todo eso, es raro que sea todo bueno. La sociedad tiene cierta responsabilidad de que existan estos establecimientos, entonces la idea es demostrar que hay vida, el que quiera acepta el librito o no, y lo mismo con la nota del diario, hay muchos que van a ver cárcel y no lo van a leer, y otros si. A la gente no se la puede obligar”

Luego de la entrevista, el Oficial Velasco comentó que algunos de los reclusos realizan tareas educativas a cargo de una maestra que les brinda clases a un nivel especial dos veces por semana. También hay clases de cerámica, dactilografía y se está intentando que realicen clases de computación, faltando solamente un docente. Las tareas son voluntarias, pero obviamente sirve para cuando soliciten la reducción de pena ante el juez.


Por otra parte en el Centro de Recuperación Nº 1 hay un porcentaje de reclusos que están alojados permanentemente y trabajan en tareas de huertas y chacra. Luego normalmente se selecciona semanalmente otros reclusos para tratar de integrarlos, se los lleva a trabajar y luego se los trae. Después de un tiempo de trabajo si se integran bien, se quedan permanentemente.
La semana pasada se informaba que la cárcel tenía 69 reclusos, y tan solo siete días después ya cuenta con 74, por lo que parece ir en aumento el ingreso de presos

No hay comentarios.: