Recordarán los coterráneos que asiduamente están conectados a la realidad de nuestra colectividad, la situación de más de 200 familias tacuaremboenses que durante cerca de treinta años no recibieron beneficio alguno, siendo tenedores de acciones del Frigorífico Tacuarembó S.A., hecho que fuera investigado y denunciado por el Semanario local “Acción Informativa”.
Merced a la osadía de su director, Miguel Ángel Olivera Prietto, quien puso el tema en la palestra pública –no es fácil hacerlo en un pueblo chico como Tacuarembó-, y gracias a la consecuente labor de un buffet de jóvenes abogados de la ciudad de Montevideo, GRUPO SP URUGUAY, tras extensas y arduas negociaciones que comenzaron tiempo atrás con los antiguos propietarios del Frigorífico, recién en diciembre pasado le fueron reconocidos los derechos a las más de doscientas familias coterráneas, por parte de los nuevos dueños del FRITSA. Ello habla bien de MARFRIG y refleja su inteligencia en la administración de sus negocios, por cuanto de inmediato solucionó una situación problemática y de injusticia social que podría generarle inconvenientes mayores en un futuro próximo. Aunque algunos demandantes pretendían beneficios superiores, para conservar su propia unidad, los reclamantes decidieron aceptar la propuesta formulada por el grupo brasileño.
Un millón de dólares americanos aproximadamente, distribuyó MARFRIG entre los integrantes del conjunto demandante, conformado en su inmensa mayoría por modestos trabajadores locales, muchos ya jubilados, pero que tenían en su poder los documentos que acreditaban ser accionistas de mencionada empresa cárnica desde hace más de tres décadas.
Por eso lo del título, Uds sacarán sus propias conclusiones cuando se habla de responsabilidad social…
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