El pasado 13 de febrero se cumplieron dos años del fatídico día martes en que Héctor Alejandro González Robledo, que con 13 años de edad, sufriera tremendo accidente de tránsito en la intersección de calles Juan Ortiz e Ituzaingó, al ser atropellado por una camioneta.
Recordarán Uds que ello ocurrió en plena disputa del 1er. Torneo Mundial de Fútbol Infantil Categoría 1993 realizado en Uruguay, donde la ciudad de Tacuarembó fue Sede de la Serie IV de Clasificación, en la que participaron los equipos de San Nicolás de Monterrey (Nuevo León-México), La Academia de Guatemala, Boca Unidos de Corrientes (Argentina) y la Selección de Tacuarembó.
Para nosotros fue una satisfacción muy grande en lo personal, poder ser útil, transformarnos -decíamos- en el puente para que una madre, un padre, un hermano, una familia en pleno pueda a través de la distancia observar, mirar a un hijo, a un hermano, a un ser querido, a través de esta humilde página, de este blog y quedar más tranquila, con el corazón más sosegado y que las palpitaciones puedan encausar su ritmo normal.
Uno también es padre y comprende la desesperación de no poder tener al hijo cerca, para verlo, tocarlo, brindarle el cariño y el amor que necesita en esos momentos tan difíciles. Pero HAY UN DIOS ALLÁ ARRIBA!!!! ÉL PROTEGE, BENDICE Y GUÍA!!!
Momentos que tenemos la satisfacción de reproducir para Uds en el slide adjunto, que recorre -como un pequeño libro de vida-, desde aquellas ingratas vivencias hasta el presente victorioso repleto de alegrías y laureles.
Pero los éxitos de hoy se cimientan en el trabajo extraordinario puesto de manifiesto por el Personal del Hospital de Tacuarembó y fundamentalmente por la fortaleza espiritual y los valores legados de la familia, que significaron un escudo, una coraza para afrontar todas esas circunstancias nos permiten superar momentos dramáticos, de sufrimiento, de angustia.
Esos insucesos también nos dan la posibilidad de que nos tiendan las manos, de que podamos recibir ayuda y al propio tiempo también que podamos ser una herramienta hábil, útil, para aplacar, minimizar el dolor, la incertidumbre y seamos un vínculo portador de tranquilidad y porque no de lágrimas de emoción, de alegría.
Héctor Alejandro González Robledo estuvo internado en el CTI de Niños del Hospital Regional de Tacuarembó, donde recibió los primeros cuidados especiales que fueron fundamentales para su adecuado restablecimiento. Dos días después, fue pasado a la Sala 4 del Departamento de Pediatría del mencionado hospital, orgullo de los Tacuaremboenses.
Allí sobre las 20 horas del 15 de febrero de 2007, lo visitamos por vez primera y con el permiso correspondiente estuvimos tomándole las fotos que a posteriori, llevaron tranquilidad y sosiego a la Familia GONZALEZ ROBLEDO y a todos los hermanos Mexicanos vinculados con la Escuela de San Nicolás de Monterrey.
Recordamos aún las palabras de gratitud y las lágrimas de emoción de Héctor Padre y Mamá Rosa María, cuando nos conocimos allí en la escalinata de acceso al Hospital de Tacuarembó. MOMENTOS IMBORRALES EN LA MEMORIA DE SERES HUMANOS DE LEY!!!
La calidad y fibra de estos AMIGOS MEXICANOS, se reflejaron en sus sinceros agradecimientos hacia TODO EL PERSONAL DEL HOSPITAL DE TACUAREMBÓ, SIN DISTINCIÓN ALGUNA, por la excelente atención de que fueran objeto.
Como bien expresaran, con ello el Personal del Hospital de Tacuarembó acreditó el reconocimiento que le otorgara Naciones Unidas, a través de la Organización Mundial de la Salud, catalogándolo como un HOSPITAL AMIGO DEL NIÑO.
12 DE MARZO: DÍA DE LA ANSIADA ALTA y ANHELADO RETORNO A TIERRAS AZTECAS
El lunes 12 de Marzo de 2007, la Dirección del Hospital de Tacuarembó realizó una conferencia de prensa donde se informó sobre el estado de salud de Héctor González, el niño de 13 años de edad integrante de la delegación de la Escuela San Nicolás de Monterrey de México, que participó aquí en Tacuarembó de la Serie IV del 1er.Mundial de Fútbol Infantil Categoría 1993 realizado en nuestro país.
Recordarán nuestros internautas que el sábado 10 de marzo del referido año, fuimos a despedirnos de Héctor Alejandro, sus padres Héctor y Rosa María, así como el DT Prof. Juan Chapa, y junto a dos de nuestros hijos Eduardo y Eliane, y al grupo de amigas Dana Gómez, Melissa Mileo y Mayra Núñez, compartimos gratos y emotivos momentos, que Uds pudieron observar en post publicado el domingo 11 en este blog y que hoy tenemos el placer de revivir junto a todos nuestros visitantes.
Reciban todos en Monterrey, en la familia GONZALEZ ROBLEDO, un fuerte y virtual abrazo de Miguel Acevedo.
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