Nota publicada en Diario "El Avisador" de Tacuarembó.
El martes pasado hubo una videoconferencia en la sala virtual de Antel, para informar a los pequeños productores lecheros, en la cual se hizo una primera entrega de recursos del Fondo de Financiación a la Actividad Lechera (FFAL).
Para informar sobre este tema, El Avisador dialogó con el Dr. Eduardo Puentes, quien aseguró que el Fondo de Financiación a la Actividad Lechera comenzó durante la crisis del año 2002, momento que todos tienen en la memoria, porque la lechería no escapó a ella. Fue entonces que se creó un fondo que asistió a la lechería, porque se corría el riesgo que desapareciera del país, por lo que se recaudó a través del dinero de las AFAP unos 25 millones de dólares que fueron distribuidos a los productores lecheros de forma reintegrable en el plan FFAL I y todavía queda un remanente a ser pago, que oscila en los 8 millones de dólares que se pagarán hasta enero.
Terminado el FFAL I, Puentes señaló que se inició el estudio del FFAL II, para que se pudiera abarcar a más productores, porque en el primer plan sólo entraban medianos y grandes productores, y muy pocos de aquellos que se pueden considerar pequeños en la cuenca lechera. Por esto se creó el segundo Fondo Lechero luego de un año, por lo que el martes se realizó el lanzamiento simultáneo en las salas virtuales de Tacuarembó y Durazno.
Este nuevo plan incluye en el Fondo Lechero a micro y pequeños productores lecheros, que son aquellos que producen debajo de 100 litros de leche por día (Durazno, pueblo Centenario, Tacuarembó). Para estos productores, que tenían solamente la posibilidad de vender por medio de su carrito o moto, han encontrado en pequeñas y medianas empresas la posibilidad de la colocación de su producto, por lo que Nutrísima (empresa netamente tacuaremboense que se está expandiendo a Durazno), comenzó a participar de un Consejo Consultivo de Lácteos del Ministerio de Ganadería para que pudieran ser incluidos estos pequeños productores en el Fondo Lechero, porque por ley no lo estaban.
Para estos pequeños productores se va a distribuir un millón de dólares, unos mil quinientos dólares por productor, dinero que no es reembolsable. Entre Durazno y Tacuarembó van a ser 33 pequeños productores los favorecidos, 22 en Tacuarembó y 11 en Durazno, que no van a pagar nunca esa ayuda económica, sino que tienen que demostrar que remitieron en lechería.
A través de DIPRODE (Dirección de Producción y Desarrollo de Presidencia de la República) se otorgaron micro créditos de unos 100 mil dólares (66 mil para Tacuarembó y 33 mil para Durazno), además del Fondo, a dos proyectos de pequeños productores, ayuda reembolsable con un pequeño interés del 5% a devolver posiblemente a 5 años, para mejorar los techos y pisos de los tambos (pisos que no sean de paja y techos que sean de pórtland), para comprar ordeñadoras mecánicas para optimizar tiempos, lograr más eficiencia y para tener leche más higiénica.
También el dinero se puede utilizar para la construcción de piletas de frío para enfriar inmediatamente la leche, porque ahí es cuando se obtiene la leche de mejor calidad y para pasturas, porque es la comida más barata y que da mayor productividad, y finalmente vendrá dinero para la compra de vacas, pero este último punto aún no está plenamente confirmado.
El martes pasado hubo una videoconferencia en la sala virtual de Antel, para informar a los pequeños productores lecheros, en la cual se hizo una primera entrega de recursos del Fondo de Financiación a la Actividad Lechera (FFAL).
Para informar sobre este tema, El Avisador dialogó con el Dr. Eduardo Puentes, quien aseguró que el Fondo de Financiación a la Actividad Lechera comenzó durante la crisis del año 2002, momento que todos tienen en la memoria, porque la lechería no escapó a ella. Fue entonces que se creó un fondo que asistió a la lechería, porque se corría el riesgo que desapareciera del país, por lo que se recaudó a través del dinero de las AFAP unos 25 millones de dólares que fueron distribuidos a los productores lecheros de forma reintegrable en el plan FFAL I y todavía queda un remanente a ser pago, que oscila en los 8 millones de dólares que se pagarán hasta enero.
Terminado el FFAL I, Puentes señaló que se inició el estudio del FFAL II, para que se pudiera abarcar a más productores, porque en el primer plan sólo entraban medianos y grandes productores, y muy pocos de aquellos que se pueden considerar pequeños en la cuenca lechera. Por esto se creó el segundo Fondo Lechero luego de un año, por lo que el martes se realizó el lanzamiento simultáneo en las salas virtuales de Tacuarembó y Durazno.
Este nuevo plan incluye en el Fondo Lechero a micro y pequeños productores lecheros, que son aquellos que producen debajo de 100 litros de leche por día (Durazno, pueblo Centenario, Tacuarembó). Para estos productores, que tenían solamente la posibilidad de vender por medio de su carrito o moto, han encontrado en pequeñas y medianas empresas la posibilidad de la colocación de su producto, por lo que Nutrísima (empresa netamente tacuaremboense que se está expandiendo a Durazno), comenzó a participar de un Consejo Consultivo de Lácteos del Ministerio de Ganadería para que pudieran ser incluidos estos pequeños productores en el Fondo Lechero, porque por ley no lo estaban.
Para estos pequeños productores se va a distribuir un millón de dólares, unos mil quinientos dólares por productor, dinero que no es reembolsable. Entre Durazno y Tacuarembó van a ser 33 pequeños productores los favorecidos, 22 en Tacuarembó y 11 en Durazno, que no van a pagar nunca esa ayuda económica, sino que tienen que demostrar que remitieron en lechería.A través de DIPRODE (Dirección de Producción y Desarrollo de Presidencia de la República) se otorgaron micro créditos de unos 100 mil dólares (66 mil para Tacuarembó y 33 mil para Durazno), además del Fondo, a dos proyectos de pequeños productores, ayuda reembolsable con un pequeño interés del 5% a devolver posiblemente a 5 años, para mejorar los techos y pisos de los tambos (pisos que no sean de paja y techos que sean de pórtland), para comprar ordeñadoras mecánicas para optimizar tiempos, lograr más eficiencia y para tener leche más higiénica.
También el dinero se puede utilizar para la construcción de piletas de frío para enfriar inmediatamente la leche, porque ahí es cuando se obtiene la leche de mejor calidad y para pasturas, porque es la comida más barata y que da mayor productividad, y finalmente vendrá dinero para la compra de vacas, pero este último punto aún no está plenamente confirmado.
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