lunes, 20 de abril de 2009

11 de ABRIL de 2009: LA ESPERANZA DEL RECONOCIMIENTO

SALSIPUEDES, 11 de ABRIL de 1831: EL GENOCIDIO.
Nota de Ana María Barbosa, publicada en Semanario "Acción Informativa" de Tacuarembó.

Pasó un nuevo 11 de abril y los charrúas volvimos a recordar el genocidio-etnocidio de Salsipuedes y los tristes hechos en que Fructuoso Rivera planeó el operativo de exterminio de la Nación Charrúa.

Conocida ya es la historia, pero no está de más recordar lo que pasó ese día. Como siempre que hablamos de historia debemos ubicarnos en el contexto socio-político-económico de la época. La Provincia Oriental venía de aquel proceso de luchas por la independencia, etapa revolucionaria que empezara allá por 1811 y que culminaba una etapa al llegar el año 1830 con la Jura de la Constitución, que finalmente le da forma a la República Oriental del Uruguay. Designado el primer presidente por la Asamblea Constituyente, esta alta responsabilidad cae sobre la persona de Fructuoso Rivera, entonces conocido popularmente por Don Frutos.

Como en toda etapa constitucional y ante una necesaria organización del Estado, se plantea un modelo de país. Hasta entonces ese modelo provenía de las ideas de Artigas, recopiladas en numerosos documentos, como las Instrucciones del año XIII y el Reglamento Provisorio para el arreglo de los campos y seguridad de la campaña del año 1815, en los cuales hay pautas muy claras de un modelo político, social y económico donde Artigas, previa consulta con los Orientales (recuérdense las Asambleas), plantea soluciones a todas las emergencias de su pueblo en el contexto de las Provincias Unidas del Río de la Plata, o lo que fue en 1816 la Liga Federal.

Pero nada es perfecto. Artigas traicionado por sus propios compañeros y ante la inestabilidad política que eso le provocara, se ve en la necesidad de emigrar al Paraguay, seguramente en busca de refuerzos para volver. Sin olvidar el contexto político, deberíamos abrir un capítulo aparte para estudiar a ese Paraguay, que en aras de su reconstrucción se cierra al resto del continente y sobrevienen ahí treinta años de la vida de Artigas, que también merecen un estudio específico.

Pero el tema de hoy es otro. El escenario de desorden y devastación del naciente Estado Oriental necesitaba poner la casa en orden. Y no debemos olvidar tampoco los hechos posteriores al retiro de Artigas del escenario político de la Banda Oriental, el gran trabajo de la diplomacia inglesa que por sus propios intereses económicos veía con buenos ojos la independencia de la República Oriental del Uruguay, como un Estado tapón y una puerta de entrada a América con un puerto de excepcionales naturales, muy propicio para el comercio que era su principal actividad de extensión en todo el mundo conocido hasta entonces.

Es así que se llega a firmar la Convención Preliminar de Paz del año 1828, que es la que realmente consolida la "independencia". Y tenemos que tener muy en claro que éste no era el ideal de Artigas, él quería autonomía en la unión de las provincias, en un proyecto geopolítico impresionante y de avanzada para la época, similar al planteo de Bolívar de la Patria Grande, pero con la diferencia fundamental de un proyecto multicultural, que ya había puesto en práctica en los años de la Liga Federal, donde todos los integrantes de la sociedad tenían la respuesta adecuada a sus necesidades y hablamos de los pobres del campo, de los gauchos, los negros y los indios, las mujeres solas, aquellos que habían quemado sus ranchos para seguir al Jefe de los Orientales.

El nuevo modelo de país, de Rivera y los políticos que lo acompañaban no era este.

Uno acto de los primeros actos de este nuevo gobierno fue planear el exterminio de los charrúas, pueblos originarios de este territorio, los mismos que habían sido parte de los ejércitos en la época revolucionaria. Rivera era un gran conocedor de la tribu charrúa, con ellos se había hecho baqueano, con ellos había luchado codo a codo, sabía como vivían, cuales eran sus costumbres, como se movían por la campaña.

Escriba cartas a su amigo Julián Laguna preparando la emboscada a los charrúas, Julián era uno de los terratenientes que tenía gran parte del territorio norte de lo que es hoy el Uruguay, para el cual, lógicamente, los charrúas eran una molestia porque cazaban el ganado para comer y habitaban los montes cercanos a sus "propiedades". Frutos, en vez de buscar una solución social a las emergencias de los charrúas, decidió que era más fácil exterminarlos, hacer una "limpieza étnica", siguiendo el modelo que se venía ejecutando en el resto de América con los pueblos originarios.

Es así que fríamente planea la operación militar a llevar a cabo en el potrero de Salsipuedes con la complicidad de sus "nuevos amigos", los oligarcas que empieza a establecerse en nuestras tierras, ahí empieza la propiedad privada en el Uruguay, la tierra de los charrúas empieza a repartirse entre los nuevos estancieros, verdaderos señores feudales.

La historia es repetida, dicen que murieron ahí más de 400 guerreros charrúas,algunos que no acudieron a la cita se salvaron, algunas mujeres y niños que se ocultaron en el monte son nuestros ancestros, los sobrevivientes de Salsipuedes y de las posteriores matanzas de Queguay, el Infiernillo, Mataojo, Sopas y otras tantas, muchos emigraron al Brasil, a la Argentina, y después fueron volviendo, llenos de silencios.

Pero eso no impidió que conociéramos la historia, que empezáramos a recuperar las viejas costumbres, a recuperar la cultura de nuestros abuelos y comprenderla.

Hoy con mucho sacrificio, idas y venidas, discusiones y rencillas, estamos por lograr que se apruebe en la Cámara un proyecto de Ley "11 de abril, Día de la Nación Charrúa e Identidad Indígena". Ya fue aprobado en la Comisión de Diputados que estudiaba el tema, y ahora resta que pase al plenario de la Cámara de Diputados, donde deberá finalmente ser aprobado. Para nosotros de aprobarse esta ley será un gran logro, porque nos permitirá entre otras cosas reescribir la historia, reconocer a los charrúas y que las generaciones futuras sepan que hubo un Salsipuedes, que haoy una descendencia enorme en nuestro país y que la cultura charrúa sigue presente entre nosotros. Hasta la próxima.

No hay comentarios.: