A través de esta manifestación artística, los integrantes de todos los fogones trabajan arduamente desde muchos meses antes de comenzar cada edición de la Fiesta de la Patria Gaucha. Allí en el predio de la Laguna de las Lavanderas, hombres y mujeres unen sus esfuerzos con el objetivo de rescatar, de rememorar la tradición y la cultura del Pueblo Oriental de antaño.
La imagen del gaucho, junto a su “china”, compañera fiel en su lucha diaria, emerge como la gran figura en las pruebas de campo, tratando de dominar al potro, a las tropillas, para llevar a lo más alto de las puntuaciones de este evento criollo, a su querida aparcería.
Pero sin dudas que el Concurso de Fogones, se constituye para todos los integrantes de las sociedades tradicionalistas en el objetivo principal, es el motivo de orgullo del trabajo planificado muchos meses antes. Es el sitio acogedor donde durante cinco días, miles de personas procedentes de todas partes del mundo, visitarán, se informarán y compartirán hechos históricos, escucharán anécdotas y vivirán momentos inolvidables, por encima de cualquier resultado del concurso. Lo verdaderamente importante es trasmitirles a los visitantes las costumbres, las tradiciones y forma de ser de nuestros ancestros, que deseamos perduren por muchas generaciones. Eso es la Fiesta de la Patria Gaucha.
Ese es el objetivo de todas las Sociedades Tradicionalistas, cada una exponiendo en sus fogones, un momento, un período determinado en la historia del Uruguay.
“LOS TIZONES DE ANSINA” – PUEBLO MISIONERO DE SAN BORJA.
Esta Aparcería realizó una réplica del Pueblo Misionero de San Borjas, uno de los siete de las Misiones Orientales, cuya estancia se prolongaba desde tierras portuguesas (hoy Estado de Río Grande del Sur, Brasil), al Este del río Tacuarembó hasta el río Negro. Esta población de carácter religiosa perduró desde el año 1690 hasta 1828, y estuvo integrada por una iglesia, la casa del Cura, talleres y casas de indios, donde se incorporaron diversos efectos tratando de reproducir todos los elementos que se utilizaban en ese período histórico.
SOCIEDAD CRIOLLA LAZO, RIENDA Y BOLEADORA DE SAN GREGORIO DE POLANCO – “PULPERÍA HISTÓRICA DE 1850”.
Esta Aparcería reconstruyó la conocida Pulpería de Charata que funcionó de 1850 a 1880, ubicada a 15 kilómetros a mano derecha de la ruta 43 rumbo a San Gregorio de Polanco. Actualmente la misma está cerrada pero mantiene todas sus piezas originales adentro. La construcción está realizada en piedra mora y en arenisca. La cantidad de material que requirió su construcción, sería hoy el equivalente a tres camiones de la primera y cinco de la segunda.
APARCERÍA EL REFUGIO DE LOS GAUCHOS – “ALAMBRAU PA’ QUÉ?”.
Esta Sociedad Criolla destaca la importancia de la aparición del alambrado como uno de los hechos más significativos, cambiando la vida en el campo, e influyendo en su producción y en la propia economía del Uruguay. Se reprodujo un Puesto de Alambradores del año 1860.
El fogón está compuesto por postes importados y otros de montes nativos. Tiene un carro de la época que servía para transportar el alambrado, los postes y piques para la construcción, y un carro más chico para cuando la obra estaba avanzada y una carpa donde acampaba el alambrador.
SOCIEDAD CRIOLLA A.T.R.I. – “SEDE DEL GOBIERNO NACIONAL EN 1825”.
La Aparcería ATRI del Departamento de Rivera puso en escena la reproducción del rancho donde funcionó la Sede del Gobierno Nacional, en la Piedra Alta (Dpto.Florida) en el año 1825, luego de la declaratoria de la Independencia. Fue realizado en barro pintado con blanqueo a la cal y envarillado con madera de monte y techo de paja. Está compuesto por una sala principal, en la cual sesionaba el gobierno y una pieza al fondo, que se utilizaba como biblioteca y archivo.
SOCIEDAD CRIOLLA DE TAMBORES - “LA INVISIBLE E INDISPENSABLE TAREA DE LA MUJER RURAL”.
Esta Aparcería reprodujo en algunos ambientes varias de las tareas que realizan habitualmente las mujeres rurales. La cocina con el horno de pan para hacer bizcochos, buñuelos porque es común que siempre la mujer rural debe estar pronta para recibir a algún huésped. El fogón contiene una cocina, la sala de telar con una máquina muy antigua y el bolillo.
SOCIEDAD CRIOLLA CARAGUATÁ – “UNA ESCUELA DEL AÑO 1917”.
Representaron al Centro de Estudios de la mencionada localidad que fue inaugurada luego del paso de varias escuelas ambulantes. La historia cuenta que la escuela era para los hijos de familias más pudientes – de los hacendados – y estaba situada a nos 130 kilómetros de la ciudad de Tacuarembó, cumpliendo un rol preponderante en cuanto a la alimentación de los niños. Normalmente en esa época el servicio del Correo se cumplía una vez por mes en un auto Ford T, pero en invierno ese servicio muchas veces no iba por más de tres meses.
La importancia de ese servicio postal era tan grande en esa época, que en esta ocasión se trata de recrear la historia que basada en las cartas que escribía la maestra a una amiga en Montevideo. La escuela construida en barro y paja, consta de un dormitorio para la maestra con un catre con colchón de gramilla, un salón de clases, la cocina donde la mazamorra se cocinaba en un fogón y el baño estaba situado afuera.
EL FOGÓN DE CURTINA – “ESTANCIA DEL AÑO 1840”.
Esta Sociedad Criolla reprodujo una estancia de dicha época, localizada sobre las costas del arroyo Malo. La estancia fue construida en barro, palo pique, las puertas de cuero y paja en el techo. Está compuesta por un rancho, como casa principal, el galpón para desensillar, una enramada y el baño lejos como se construían en ese entonces.
CINCO SAUCES AMIGOS UNIDOS - ESTABLECIMIENTO ANTIGUO DE FINES DEL SIGLO XIX Y PRINCIPIOS DEL XX.
Esta Aparcería de la zona de Caraguatá, reconstruyó un establecimiento rural hecho en paja y barro, con el baño afuera. Posee corrales, lugar para desensillar, bretes, aljibe y dos habitaciones para la familia, además de una pieza apartada para el peón.
SOCIEDAD CRIOLLA A PONCHO Y ESPUELAS – “RANCHO DONDE FALLECIÓ EL PRIMER PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA”.
Esta Sociedad Criolla trató de reproducir dicho lugar que estaba ubicado en la ciudad de Melo (Dpto. Cerro Largo), a orillas del arroyo Conventos, con todos los elementos y materiales que se sabe se disponía en la aquella ocasión. El rancho tiene la característica de tener un catre original de la época, con ropas de cama rescatadas de los años 1850, una mesa original y mobiliarios decorativos del siglo XIX.
COMIDAS CRIOLLAS.
Otras de las particularidades en los fogones son las comidas criollas. Tal como lo explicó el Presidente de la Comisión Organizadora de la Fiesta de la Patria Gaucha, Arq. Hugo Pereda, en la totalidad de los fogones la carne de oveja tuvo la supremacía.
Todas las sociedades tradicionalistas participaron del concurso de comida criolla, certamen que sirve para acumular puntaje para el Gran Premio Patria Gaucha. El guiso de la abuela y el guiso carretero son los más comunes de apreciar. El primero es hecho con carne de oveja, cebolla, papas, boniato, laurel y se acompaña con arroz blanco. El carretero normalmente es solamente charque (carne salada) con arroz.
Vestida como en la época Soledad de Patria y Tradición realizó un bife a la criolla receta del año 1900. “El mismo está condimentado en base a carne y papa, con yerbas como laurel y romero y es una comida que la realizaba la hija del pulpero durante los fines de semana”, explicó. De postre realizó una jalea de pata de vaca que se realiza con cuatro ejemplares, hirviéndola todo el día hasta que se consuma el agua. Luego se le agrega medio kilogramo de azúcar y un litro de leche, volviendo a hervirlo con seis yemas de huevos batiendo constantemente hasta que queda con un sabor similar al dulce de leche.
Todas estas exquisiteces pudieron disfrutar los integrantes de las aparcerías y los visitantes de esta gran Fiesta de la Patria Gaucha, que resultó ser récord en todos los aspectos.
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