El pasado fin de semana se llevó a cabo la 30ª Jornada Nacional de la Juventud, organizada por la Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Uruguaya y la Diócesis de Tacuarembó como anfitriona.
Estaba todo pronto para recibir a todas las delegaciones en el Balneario Iporá, pero el tiempo hizo que se ejecutara un Plan B, que se había pensado por si llovía y fue lo que pasó.
A causa del mal tiempo, el evento se desarrolló en el predio de la Asociación Rural de Tacuarembó, a donde se dieron cita más de 3.500 jóvenes católicos de todo el país, los que arribaron a nuestra ciudad en 100 ómnibuses y también en vehículos particulares, para vivir dos jornadas inolvidables.
Ni la lluvia, ni el viento ni el frío, hicieron que estos jóvenes no vibraran con esta Jornada, que tuvo momentos de oración, personal, de trabajos en grupos, compartiendo la experiencia de Dios de cada uno, momentos de verdadera fiesta , donde bailaron, gritaron y saltaron como Jóvenes que son, con la diferencia que estaban allí reunidos sabiendo que quien los convocaba era Cristo y por Él estaban allí.
Uno de los momentos mas significativos fue cuando entró la cruz que viene acompañando a estas jornadas desde el inicio y fue alcanzada por los jóvenes, que con sus manos la hicieron llegar al altar, mientras tanto el Padre Leonardo Rizo decía:
" La Cruz es signo de Cristo es signo de vida en Abundancia . En ella toda muerte ha sido vencida.
Durante 30 años la cruz nos ha acompañado, como Jesús.
Él ha caminado y camina con nosotros cada día. Ha sido un camino compartido. Ha sido una cruz llevada solidariamente , por mucha gente, jóvenes, animadores, asesores, delegados, Obispos, religiosos, religiosas, sacerdotes, laicos, laicas..
Es un signo de nuestra Iglesia, es un signo de nuestra Pastoral Juvenil, unida, solidaria con las cruces de nuestro pueblo en cada momento histórico, solidaria con las cruces de los jóvenes que la carguen con alegría.
Vamos a cargarla entre todas y todos. Vamos a poner nuestras manos en ella. Vamos a seguir el compromiso de seguir andando en las huellas de Jesús.
Al acercarla nos hacemos cargo de este camino de 30 años y asumimos el protagonismo juvenil tan necesario hoy en nuestra Iglesia. Ello originó el cerrado aplauso de todos los presentes.
Luego invitó a contemplar la cruz y poner ella la vida de todos los jóvenes muy especialmente a aquellos que aún no lo conocen.
Seguidamente, vivieron una vigilia y más tarde un fogón donde un grupo de jóvenes recrearon toda la trayectoria de las jornadas, desde la primera en el año 1978 en plena dictadura militar, y por la pantalla gigante se pudieron ver testimonios de personas que estuvieron presentes en esa jornada y así hasta el año 2008 , que llegamos a Tacuarembó.
Ver todo esto nos habla de una Pastoral Juvenil que desde hace 30 años, tiene un proyecto para los jóvenes uruguayos que está basado en los valores cristianos, en la solidaridad, en el amor por los hermanos.
Más tarde pudieron bailar y disfrutar de un show de luces del sistema Ufo y a las 3:30 de la madrugada ya estaban todos acostados.
Al otro día se levantaron a las 7 de la mañana, se les brindó un buen desayuno, chocolate con tortas fritas, que las comunidades de nuestras parroquias de Tacuarembó-Rivera, rural norte y zona sur trajeron y en total sumaron once mil ( Gracias Comunidades).
Luego del desayuno abundante, los jóvenes se dispusieron a trabajar en grupos y más tarde llegó la celebración eucarística, que fue presidida por Mons. Heriberto Bodeant, presidente de la Comisión Nacional de la PJ y en parte de su homilía ,esto les dijo a la multitud de jóvenes que muy atentos escuchaban:
“…Muchos de ustedes saben – espero que todos ustedes sepan – lo que es tener un amigo o una amiga de verdad. Seguramente la mayoría de ustedes entró a un grupo de jóvenes porque allí iba un amigo, o los llevó una amiga o un amigo.
Pero, ¿qué es un amigo de verdad? ¿qué buscamos en un verdadero amigo? Una de las cosas que buscamos en un amigo es alguien en quien podemos confiar. Confiar totalmente. Alguien a quien podemos decirle los secretos más íntimos de nuestro corazón, sin miedo a que después hable de todo eso a otros, o aún se burle de nosotros.
Más todavía: alguien que sea capaz hasta de jugarse por nosotros, sin miedo a quedar mal con otros, solamente porque somos sus amigos…
Por eso, y muchas cosas más que podríamos agregar, el que tiene un amigo de verdad, ha encontrado un tesoro. Pero si el amigo es Jesús, el tesoro es el más grande que hayamos podido encontrar.
Esta tarde volvemos a nuestras casas, a nuestras familias, a nuestras comunidades, a nuestra vida de todos los días. Pero no vamos a volver iguales. No vamos a volver como si acá no hubiera pasado nada, o solamente hubiéramos pasado un rato entretenido, o con algunos inconvenientes.
Volvemos después de habernos encontrado con Jesús. Volvemos llenos de su vida, Volvemos con una misión. Volvemos a compartir todo lo que hemos visto y oído. Volvemos para compartir con los demás la vida de Jesús, que ha estado con nosotros ayer y hoy “para que nuestra alegría sea completa” (Juan 15,11). Amén.
Luego de la Misa , los jóvenes almorzaron, y enseguida vinieron las palabras finales y el envío a ser multiplicadores de lo que vivieron en esta intensa jornada.
Finalizó con la cuerda de tambores Curuguatí y todos bailando y saltado en todo momento.
Por último algunos integrantes de la comisión bajaron la Cruz que acompañó a esta 30ª JNJ y que seguramente otra diócesis la espera. Como a éstos y a otros jóvenes que ya disponen sus corazones para esperar la próxima.
Muchas Gracias a la Junta departamental, a la Intendencia Municipal, a Dirección de Tránsito, y cada uno de los inspectores que trabajaron estos dos días, al Ejército de Tacuarembó y al de Paso de los Toros por las carpas, las ollas, y la colaboración en la elaboración del desayuno.
Mil gracias a la Comisión de la Asociación Rural, a Policía Caminera, M.S.P, Comta (Médicos, enfermeros), a empresas Horizonte y Briz por las ambulancias, y el servicio prestado. A los comercios, empresas y particulares que colaboraron económicamente.
A todos los casi 500 voluntarios en los distintos equipos de trabajo, (alimentación, recibimiento, Salud, Pan B, finanzas, información, secretaría, recepción en casa diocesana y comunicación)…
A todos quienes pusieron a disposición sus vehículos para el traslado de elementos y/o personas en todo momento a Todos ¡¡MUCHAS GRACIAS!! ¡¡QUE DIOS LOS BENDIGA!!
Karen Da Silva - Oficina de Prensa del Obispado Tacuarembó.
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